Harina integral

La harina integral se elabora a partir del grano entero del cereal, lo que significa que conserva todas sus partes: el salvado, el germen y el endospermo. Esto la convierte en una opción mucho más nutritiva que la harina refinada. Al ser rica en fibra, la harina integral favorece una buena digestión, ayuda a mantener la saciedad por más tiempo y contribuye a la regulación del tránsito intestinal. Además, su alto contenido de fibra también ayuda a reducir el colesterol y a controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que la hace beneficiosa para la salud cardiovascular y para personas con diabetes. La harina integral es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, minerales como el hierro, magnesio y zinc, y antioxidantes, que protegen las células del daño. Al ser menos procesada, su sabor es más robusto y tiene una textura más densa, lo que la hace ideal para panes, galletas y productos horneados más saludables.